viernes, 29 de junio de 2012

De cristos cocinados

Todos conocemos el hecho: el 30 de septiembre de 2005 se armó la gorda cuando, en las páginas del periódico danés Jyllands-Posten se publicó una serie de caricaturas que satirizaba la figura de Mahoma. La publicación de tales caricaturas desató la furia de muchos radicales islámicos, quienes se aventaron la puntada ─muchos sin siquiera haber visto las caricaturas─ de lanzar declaraciones airadas debido a la ofensa hecha a su fe, además de algunos detallitos sin importanca, tales como amenazar de muerte a los autores de las caricaturas, obligar al personal del periódico a abandonar sus oficinas por una amenaza de bomba, incendiar la embajada de Dinamarca en Siría y otros actos que muestran el amor que Mahoma predicara y practicara. Este incidente también atrajo muestras de apoyo en varios países y la iniciativa de hacer el 30 de septiembre el día de la blasfemia.

Pues bien, aunque todo este irigote ha sido de los casos más famosos en los que hay creyentes que lloran porque «no se respetan sus creencias», siendo que las creencias no se respetan, no es el único ni es un incidente aislado. En 1978 Javier Krahe, cantautor español, filmó junto con sus cuates un video en el que cocinan un cristo (♫♪feeeeeestín celestiaaaaaal♪♫). 

El video:


Como verán el asunto es bastante inocente y, aunque los autores ya no eran unos niños, puede pasar como broma estudiantil. Además ¿No dice Jebús en la Biblia, concretamente en Jn. 6, 54, que «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna»?

Pues dicen las buenas conciencias que eso es inadmisible y que es hasta delito. Desde 2004, que fue cuando se hizo público, se ha buscado proceder legalmente contra Krahe y contra el canal que emitió el video. Pueden consultar los detalles en Magonia y en Alerta Religión, yo nomás les digo que el último intento de los religiosos intolerantes ─y no, no es pleonasmo, no empiecen─ por dar un escarmiento, dando con ello un golpe duro a la libertad de expresión, fue en mayo de este año, culminando el proceso el 8 de junio con la absolución a Krahe al no haber delito que perseguir.

Pero esto no se va a quedar así; si no es Krahe será algún otro, pero siempre habrá gente que se ofenda o se indigne por lo que otro exprese. Mucha gente confunde la libertad personal con las ganas de acallar las ideas de los demás y está a favor de la libertad de expresión hasta que alguien dice algo que no le agrada (si yo les contara...), así que surgió la idea, propuesta por Andrés Diplotti, de hacer de este día, 29 de junio, el día de cocinar un Cristo

La idea es simple: tomar una foto (o más) de un cristo preparado para comerse, así sea sólo el crucifijo metido en una olla. El propósito, además de divertirte con las reacciones, es apelar al efecto Streisand para asegurar o al menos propiciar que cualquier intento de censura resulte contraproducente.

Como no quiero quedarme atrás presento mi aportación a esta celebración, agradeciendo a Tumba falsa por la elaboración de tan suculento mesías. Les aseguro que supo a todo dar:

Panquecito (nada de cupcake, payasos) para Primera Comunión

Ya con el papelito desplegado.

En proceso de degustación
A punto de darle matarili.


Pocas veces el cuerpo de Xto supo tan rico.

Habrá quien diga que por qué no avisé y por qué hasta ahora lo comento: fue porque no estaba seguro de poder participar. Esta entrada la elaboré en un ratito libre que tuve y fue casi casi un bomberazo.

Cierro con las palabras finales de Alerta Religión:

En cualquier estado donde una religión predominante tenga influencia está latente la utilización de los sentimientos religiosos como excusa para el castigo legal, dándole al gobierno una vía para la supresión de otras críticas. Aun sin contar con eso, toda ley que castigue algo tan nebuloso, tan vagamente definido como un “ataque a los sentimientos religiosos” es una invitación al abuso. Así que vamos: ¡a cocinar a Jesús se ha dicho!


Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2012 E.C. - 13 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...